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martes, agosto 12, 2014

Limosna

 "Limosna"


Me encontraba en camino a San Ignacio, el pueblo más próximo para mi descanso, ya anhelo una cama tibia y un lugar confortable para descansar,  de pronto una peregrina me alcanzó en mi caminata. Muy educadamente me saludo con jovialidad y enseguida pregunto hacia adonde me dirigía. A lo que respondí:
-Me han dicho que San Ignacio en un buen pueblo, relajado y frío; espero pasar ahí la noche y tal vez quedarme unos días.
-Si quieres podríamos caminar juntos, es un largo camino y me gustaría tener a alguien con quien conversar.
-Por mí no hay problema, a veces es bueno algo de compañía.
- Excelente entonces, bienvenido. Créeme que no te querrás ir de acá. Te aconsejo el hostal que está contiguo a la taberna, es cálido y generalmente muy tranquilo. Mi tío es el dueño del lugar.
-[¡Que conveniente!] Lo tomaré en cuenta.
-No creas que porque mi tío es el dueño le estoy haciendo marketing. Simplemente es un lugar acogedor, donde puedes descansar tranquilamente sin mucha molestia; concluyó  con una sonrisa y su rostro despreocupado lleno de confianza.

Luego de un buen rato de estar charlando y caminando nos topamos con un mendigo, quien argumentaba ser un viajero que se había quedado sin dinero para regresar a su casa, además mencionó provenir de una villa muy pobre, que le habían asaltado y despojado de todas sus pertenencias y con la mayor pena del mundo recurría a pedir a extraños.
Al acabar su jerga inmediatamente la joven desesperadamente busco monedas en su bolso para ayudar al necesitado; este con sus ojos llenos de codicia sonrió de alegría al ver la reacción de mi casual acompañante, pude notar que el sujeto escondía la verdad entre sus palabras cargadas de conmiseración. Por otra parte luego de recibir su limosna, volvió su mirada hacia mí. Con un escepticismo y una mirada desdeñosa penetré su alma e inmediatamente se despidió; dando gracias de sobremanera a la joven y dejándolo atrás se desvaneció entre la niebla del largo camino.

 Caminamos durante un par de horas combinando charla y momentos de silencio disfrutando del horizonte. Entre cháchara y algarabía quedamos claros en que nuestros puntos de vista en cuanto a religión era bastante distantes y marcados, está joven poseía un nivel de comprensión y criterio bastante amplio y liberal en cuanto a las otras formas de ver las cosas, aceptaba mis conceptos que diferían bastante de los suyos; solamente escuchaba, pensaba y comentaba sin pugna alguna.    


-Disculpa, no se aun tu nombre
-Es Severus.
-¡Puedo hacerte una pregunta?
-No hay problema.
-Cuando nos encontramos con el joven, noté que te incomodó la situación ¿Qué fue lo que te desagradó? Bueno si en caso no te molesta la pregunta.
-Para nada. Pero antes de contestar ¿Conocías a ese joven?
-No, nunca lo había visto en mi vida, es primera vez que lo veo por aquí.
-Y entonces ¿Por qué le ayudaste? Eres benevolente, confiada.
-Me gusta ayudar a los necesitados.

-A veces… Ese joven al que ayudaste, no es la primera vez en que me encuentro con este tipo, hace como tres meses en un pueblo de la región del sur mientras me encontraba en un bar concurrido, este sujeto llegó con el mismo cuento que escuchaste, con una pequeña modificación en el discurso pero la misma esencia en busca de compasión. Incluso el tono de voz es un recurso más para conseguir esa piedad que por herencia a algunos se ha mal impuesto, compasión que degenera la sociedad para crear parásitos que se aprovechan de la ignorancia de algunos y de vosotros el “buen corazón que ayuda”. Esa Ayuda o caridad que se da…

Es a veces lo que hace a ésta gente lo que es, un ser conformista, dependiente y de una moral tan baja que no se pueden sentir autosuficiencia como para poder costearse su propia vida o simplemente no buscar la manera para encontrar esa luz interna que nos diferencia de los animales. O ser un zángano prisionero de la pereza y la comodidad. 

-Aunque tienes razón es una manera cruel de ver las cosas. Aunque hay gente que si necesita, una ayudadita.
-No es crueldad si al final le harás un bien, es mejor que te odien al principio y luego te amen. La compasión no es para los débiles, es de los débiles. La humanidad necesita mas que eso para poder salir adelante.





6 comentarios:

Chogüi dijo...

Honestidad o miseria del ser humano. Hay actitudes aparentan crueldad e insensibilidad por parte de las personas, pero bien pudiera ser que dicha actitud sea realista y objetiva en su relación con el prójimo.

Ustedes que opinan?

Realista estimado Morbi.

Unknown dijo...

Exactamente Chogüi, aveces se es benevolentes ante situaciones que la razón es nublada por la compasión.
Un fuerte abrazo.

Inma_Luna dijo...

Bueno a veces me da cargo de conciencia cuando me piden que ultimamente es mucho... pq ya a veces me niego, pq se ve para que lo quieren e incluso pagan quienes de verdad lo necesitan...
Pero es que después ves que se lo gastan en lo que tu no puedes y te sientes hasta idiota...
Hay quien hasta te insulta, si no saca lo que quiere...yo le he llegado a decir ve y pide un café o un bocadillo... y me han mirado con asco...
Besitos

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo Inma y hay quienes que su convalecencia fomenta esas actitudes.
Saludos y besos

Inma_Luna dijo...

Se te echa de menos.
Espero estés bien
Besitos

Unknown dijo...

Saludos Inma y muchas gracias. Pero estaba un ocupadín en algunos asuntos y no hjabia tennido tiempo de escribir, pero hoy postearé algo nuevo.
Un fuerte abrazo y besos.

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