Imagen por: Javier Marín
El
Escultor
Me
levanto temprano a saludar con los brazos extendidos al astro rey; que buen día
para continuar con mi labor exclamé, llevo ya varias semanas en mi nuevo
proyecto y espero terminarlo hoy o mañana. Me encontraba en la parte trasera de
mi tienda de esculturas, cuando escuché llegar un cliente, generalmente no
conozco a mis clientes ya que son forasteros que van de paso camino a la ciudad
de San Rafael Cedros, que se encuentra a pocos kilómetros. Entonces me aproximé
a la estancia para recibir a mi visita. – ¡Hola! Buen día, Lanzó el saludo una
pequeña niña de unos 6 años, irrumpiendo mi curiosidad por conocer mi nuevo invitado.
–Niña, ya te dije que no grites, expresó al saludo de la pequeña el padre
furioso. –No, tenga pena, es chiquilla aún, además no me molesta. ¿En qué le
puedo ayudar? Respondí.
-Ando buscando una
escultura de bronce, pero veo que solo trabaja madera…
-Papá, aquí hay más
esculturas, ¡y estas brillan! Llamó desde una habitación contigua a la
estancia.
-¿Qué estás haciendo?
En un tono de disgusto, arremetió a la infante.
-Por acá tengo mis
trabajos en metales, no se preocupe, a veces esa curiosidad que poseen los
niños es la que nos hace falta en la vida. ¿Busca alguna escultura en
particular?
-Echaré un vistazo y
le informo si encuentro algo que me guste, veo que hace un trabajo muy
interesante y me gustaría apreciarlo con más calma.
-Desde luego, tómese
su tiempo, si se le ofrece algo estaré en la trastienda.
Me dispuse a
continuar labrando los últimos detalles de mi creación. De repente la niña
atravesó la habitación a saludarme.
§§§§§
-¡Hola! ¿Por qué
tiene el cabello tan largo y blanco?
- Es blanco por que
ya estoy muy viejo y prefiero mantenerlo así. ¿Cómo te llamas?
-Mi nombre es Lucy.
¿Por qué haces estos animales y personas?
- [Lindo nombre Lucy] Porque es mi mejor
pasatiempo, disfruto mucho haciéndolo.
-Y ¿Cómo puedes hacer
tantos?
-Con mucha paciencia
y esmero; cuando deseas que las cosas te salgan bien necesitas hacerlo.
- ¿Qué es lo que
estas esculpiendo?
-¿Cuántos años tienes
Lucy?
-Tengo siete, dice mi
papá que me comprará una muñeca cuando cumpla ocho. Pero ¿Qué es? No logro
distinguir la imagen que trabajas.
- Una mañana me
levante y decidí esculpir una imagen de Dios.
- ¿De Dios?, Pero
¿Por qué? No se parece al Dios que cuelga de la cruz.
-Algunos necesitan
creer en algo para sentirse protegidos, seguros, confiados en un destino. El
dios que cuelga de tu pared no es el Dios de todo el mundo, hay gente que no lo
conoce. Y hay quienes si saben de él pero prefieren no seguirlo.
-Y ¿éste es tu Dios?
- No, pero creo que
es una buena manera de representar a la némesis del ideal popular.
-¿Qué es némesis?
- Bueno, para que me
entiendas, es la representación del enemigo ante aquel que caminó por el
desierto.
-Mi padre dice que
dios está en todas partes.
-También dicen que
dios está dentro de ti. Y por lo que podría decirte dios solo está ahí, en tu
mente.
-¿Entonces Dios no
está en todas partes?
- … Hice una breve
pausa antes de contestarle a la jovencita, cuando su padre cortó mi respuesta
-Lucy, ¿qué estás
haciendo? ¿Porque estás diciendo esas estupideces?; ven acá inmediatamente.
Disculpe señor Los niños dicen muchos disparates sin pensar.
-Los adultos somos
los que más disparates decimos sin pensar.
-Mira, papi el está
tallando a Dios.
- Que clase de imagen
es esa. Que acaso está loco como se le ocurre decirle a una niña que semejante
barbaridad es dios. O es un adorador del diablo, me largo de esta tienda.
Poco tiempo después
un anciano llegó a mi tienda y me preguntó sobre un tal Sr. Beltrán, además
mencionó que el visitó mi tienda hace unos meses acompañado de una pequeña
niña; me dijo que es un predicador del evanhellio, y muy indignado
puso una demanda tildándome de hereje y blasfemo. Además de culparme de
brujería y rendirle culto a Satanás.
Doce años después
Lucy regresó por aquella escultura que le impresionó.
Por: Morbidanhell