“El árbol decadente”
No hay mejor deleite que encontrar un tesoro,
eso es lo que muchos desean o piensan.
Al borde de una colina
se encontraba
un árbol,
tan joven y comenzaba a marchitarse,
¡vaya sus hojas!, ¡que marchitas!,
hace un lindo
paisaje al atardecer.
Una vez un ermitaño
acompaño al árbol,
éste no probó
su fruto,
lo regaba pero no lo tocaba,
su fruto atraía, pero el ermitaño resistía,
clamaba a su Dios por abstinencia.
Un misántropo lo encontró,
cogió su fruto y saboreo hasta embriagarse,
Ebrio de locura, cautivo de la pasión,
vibrante de ser, eufórico hasta la máxima expresión.
Un árbol marchito yace al borde de la colina.
Por: Morbidanhell
4 comentarios:
Escribes bellisimo y original.
Te comenté en el post que me has sugerido.
Creo que no tienes la opción de seguidor por el blog y si por el google mas...yo aunque lo tenga no lo uso mucho.
Pero te seguiré, gracias por quedarte conmigo.
Besos
Aun no me he acostumbrado a usar este blog ya que recientemente lo he abierto, pero tomaré en cuenta tu comentario para agregarle esa opción.
Igual yo casi no uso el google+.
Que bien que te haya gustado tengo mas narraciones pendientes la otra semana probablemente suba otra.
Me encanto esta narrativa para expresar la profundidad de los sentimientos: la abstinencia y el arrebato.
Excelente.
Abrazos.
Muchas gracias Chogüi, haciendo mención a la abstinencia impuesta por una creencia o cultura y lo que se puede llegar a hacer con tener una perspectiva diferente de las cosas.
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