Asesinatos de la sexta Avenida (Parte
II)
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Tranquilos, ¿qué pasa? Grita el Padre Dionisio.
-¡Mierda
cura! Vaya susto el que nos ha dado. Respondió Antonio exaltado
-
No era mi intención asustaros
-
Perdón Padre Dionisio. Al igual no era la intención insultarlo.
-
Eso le pasa por andar viendo esas películas de terror ¿y luego qué?, no quieren
ni dormir con la luz apagada
Alicia: - Y que es lo que hace tan tarde por
acá.
-
Bueno aun no me acostumbro a quedarme en la nueva iglesia, así que decidí ir a
la iglesia La Merced, por costumbre la siento más acogedora. Si me permiten los
puedo acompañar.
Antonio:
- desde luego no hay ningún problema, mi casa queda a unas calles de ahí.
En la mañana siguiente, nuevamente las
noticias: -“Este ya es el cuarto cadáver
que se encuentra cercenado, la policía lo vincula a una secta satánica debido a
lo atroz de los crímenes y la particularidad de que la cabeza siempre aparece
en la sexta calle poniente o viceversa, aunque las investigaciones no son nada
reveladoras en cuanto al protagonista o los individuos responsables del crimen”.
Concluyó el reportero
Los crímenes continúan y el Padre
Dionisio está dispuesto impartir una misa especialmente dirigida a esas almas
que han tenido el infortunio de ser víctimas de tal siniestro para que
busquen el descanso eterno en paz.
En
los periódicos se decreta una alarma alertando a la ciudadanía a evitar
las calles en las que fueron suscitados los homicidios, el ambiente de incertidumbre
e incapacidad por parte de la policía se hace presente cada vez que se reporta
un nuevo hallazgo funesto, los meses pasan y ni una pista al respecto.
Aunque los rumores entre la población
comienzan a tomar más fuerza conforme transcurre el tiempo y hay muchos que
aseguran que al filo de la media noche del portón mayor de la iglesia del
Rosario, sale un sacerdote sin cabeza. Al salir del atrio camina por la sexta
Avenida, hacia el norte; pasa frente al popular cine Libertad, dobla en la
esquina y baja por la sexta calle oriente y sexta avenida norte. Poco después
de media cuadra, desaparece y vuelve a aparecer frente al atrio y entra en la
iglesia con la puerta cerrada. En ocasiones se le mira paseándose por el atrio
y subiendo al campanario, otras veces lo ven pasando por el puente La Vega.
Muchos rumoran al respecto, otros
aseguran que es el espíritu del finado
Padre Amadeo, ya que su cuerpo se encontró cercenado entre los restos de aquel
incendio que calcinó la antigua iglesia del Rosario; sin mencionar los rumores
que se tenían de acuerdo a que el Padre Amadeo sostenía practicas sodomitas y
que una de sus novicias era su talón de Aquiles, nunca se supo si eran ciertos
dichos enseres; al parecer la noche del incendio el Arzobispo regional lo
encontró teniendo relaciones sexuales en el campanario de la reconocida
iglesia, lo que desató un forcejeo entre ellos, echando abajo la ambientación
que minuciosamente había preparado el Padre Amadeo con las velas para su
encuentro lo cual provocó el nefasto incendio. Los más devotos asumen demencia
aunque tres cuerpos fueron encontrados la mañana siguiente del incendio y los protestantes aprovechan para ganar
adeptos pregonando que es el espíritu del atormentado párroco quien comete los
crímenes.
Hasta el momento no se ha logrado resolver el caso de
los asesinatos de la sexta avenida…
¡Todos rumoran que es el padre sin
cabeza!
6 comentarios:
Interesante relato.
Un beso.
Muchas gracias María, un fuerte abrazo
Sigue siendo buenisimo.
A ver quien dijo que segundas partes no son buenas si no te han leído..
Besitos
Aunque tuve mucho que pensar con el desenlace del relato. Un gusto verte por acá.
saludos y muchos besos Inma
Ay! que vuelta de tuerca. Que final mas inesperado. Por eso no le importo el comentario de Alicia. Como siempre, admiro tu capacidad para hacer atrapadores tus relatos.
Hasta la proxima, un beso.
Gracias por tu visita, seguiremos leyéndonos.
Besos
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